viernes, 14 de febrero de 2014

Para no dejarte ir

Hoy no es miércoles de canción, pero algo lo amerita un suceso muy fuerte que ocurrió hace muy poco me hace dejar la vagancia y el trabajo por unos minutos a un lado para rendir tributo a un hombre que se me adentró con su forma de hablar (cantar) y que ya no está entre los vivos.

A Santiago Feliú lo conocí sin darme cuenta de que ya lo conocía o que por lo menos tarareaba sus canciones. Yo estudiaba en la Universidad de Camagüey y anunciaron un concierto suyo. Ese nombre me sonaba así que muy decidida y con mis compinches eludí reponsabilidades y fui a verlo.
Ahí me enamoré otra vez de él, nunca lo había visto en vivo y me gustó mucho. Y como buena estudiante me tiré una foto con él, que me hubiera gustado compartir, pero en mi reguerro digital no aparece (razón por la cual no actué con inmediatez).
Así que hoy día en la gente recuerda a los que aman yo pienso en él, y en otros también, pero él no está y me suena en la cabeza el "no me dejes ir" de su Para Bárbara, así que aquí la comparto para que la disfruten y lo recuerden.
Siento que tus destellos ahogan mi brisa,
mi brisa que presiento inagotable, azul, infinita;
 límpida brisa de lirismo inevitable,
soplo de sueños que en mi verso se derrama.

Si de mi voz florece la canción,
motivo de tu dar;
 si de tus ojos nace la bondad
de abrirme en el verso un palpitar:
no me dejes ir.

Siento que mis destellos ahogan tu brisa,
tu brisa que presiento inagotable, azul, infinita;
límpida brisa de lirismo inevitable,
soplo de sueños que en mi verso se derrama.

Si de mi voz florece la canción,
motivo de tu dar;
 si de tus ojos nace la bondad
de abrirme en el verso un palpitar:
 no me dejes ir. 

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