Ya casi está en casa el hombre que supo poner los principios ajenos por encima de su amor propio, de su amor familiar porque lo que él hacía se extendería hasta esas dimensiones micro.
Luego de tanto tiempo de lucha retorna este 27 de febrero Fernando González Lort, uno de los cinco hombres cubanos que fueron apresados injustamente en Estados Unidos por ser contrarrevolucionarios según sus diccionarios.
Quedan pocas horas para que termine su encierro, pocos segundos para que abrace a los suyos sin rejas ni ojos extraños que los escudriñen. Fernando regresa y punto.
- ¿Podrías mencionar las cinco palabras que más han venido a tu mente en los años de prisión injusta? Si deseas comenta alguna o todas.
Cuba,
Familia, Gratitud, Lucha, Libertad.
- Este 14 de febrero será el último tuyo tras las rejas sin tu Rosa. ¿Cómo piensas organizar el próximo, cuando al fin podrás pasarlo entre los brazos de tu amada?
Muchas
gracias por tu pregunta que está dirigida al ámbito humano y de
los sentimientos, lo cual contribuye a que los lectores nos conozcan
mejor como seres humanos. Cuesta trabajo en estos momentos en que se
acerca vertiginosamente la fecha de mi salida de prisión y regreso a
Cuba después de tantos años de encierro, pensar en cómo quisiera
organizar algo de tanta significación, pero para lo cual falta un
año. Son muchas las cosas que en estos días finales en la prisión
pasan por mi mente sobre la experiencias que me esperan en los
próximos días, todas seguramente muy intensas. Hay muchas
incógnitas y muchos deseos por llevar a la realidad. Esto hace
difícil pensar en algo que ahora se observa distante, como es el 14
de febrero del 2015. Sé que me vas a comprender aunque mi respuesta
no es la que deseabas o esperabas. Pero te puedo asegurar que,
teniendo un año para pensar en cómo celebrar ese día, haré todo
lo que este a mi alcance para que sea uno bien especial. Eso es lo
que me propongo desde ahora.
- Si pudieras hablar con el presidente Barack Obama qué le dirías sobre tu caso y el de tus compañeros.
Un
saludo a Iroel Sánchez. Soy un lector asiduo de sus trabajos y de
otros que se publican en La Pupila Insomne, y me parece un blog de
mucha calidad por el contenido de los trabajos que publica y una
contribución muy importante en la batalla en el campo de las ideas y
la información.
Si
pudiera hablar con el presidente le pediría que como ex profesor de
Derecho Constitucional mirara sin prejuicios la evidencia sobre
nuestro caso y las opiniones que importantes y prestigiosos juristas
norteamericanos y de otros países han emitido sobre el mismo. Que
lea sin prejuicio, por ejemplo, los Amicus Briefs que se presentaron
a la Corte Suprema por más de diez ganadores como el del Premio
Nobel.
Le
pediría que como ex activista comunitario tratara de ver de una
manera desprejuiciada la realidad cubana. Estoy seguro que vería
allí solucionadas muchas de las dificultades por las que trabajó
para solucionar en las calles de Chicago durante su juventud. Vería
los esfuerzos de nuestro pueblo por tener una sociedad cada vez más
justa, y que eso era lo que defendíamos Los Cinco.
Le
pediría que como político revisara la historia; esa que nos ha
propuesto repetidas veces olvidar, y que vea como Cuba ha tenido que
enfrentar más de 50 años de agresiones, muchas de ellas violentas,
y como desde Miami se organizan estas sin ser debidamente combatidas
por los organismos que deberían hacerlo. De ahí la necesidad del
trabajo que Los Cinco hacíamos.
Después
de ver esos tres ángulos del asunto, que llegue a sus propias
conclusiones. Si logra hacerlo sin prejuicios, estoy seguro de que al
siguiente día estaríamos los cuatro en La Habana junto a René.
- Fernando, tuviste el honor de participar, como internacionalista,
en la lucha por la independencia de Angola, que ayudó a descolonizar
África y puso fin al régimen del apartheid, ¿qué experiencias puedes
compartir con los blogueros cubanos respecto a esa etapa?
Sobre
mi participación en Angola puedo decirte que fue una de las
experiencias determinantes en mi formación. Yo era muy joven
entonces, recién graduado de mi carrera universitaria con 24 años
cuando tuve esa experiencia. Y coincidió que fue una etapa decisiva
de la participación cubana en Angola. Yo estuve allí entre 1987 y
1989 , cuando se desarrollaba la Batalla de Cuito Cuanavale, en donde
no estuve físicamente. Pero si fui testigo del avance hacia el sur,
en dirección a la frontera con Namibia, de las tropas cubanas y
angolanas que se encontraban estacionadas en el suroeste.
Tuve
el privilegio de ser designado a trabajar en el Estado Mayor de la
Agrupación de Tropas del Sur, en Cahama, y ser testigo del espíritu
de los cubanos y de los angolanos que habían sido parte de ese
avance de las tropas en dirección sur, una operación que decidió
la contienda y, junto a la resistencia en Cuito Cuanavale, abrió el
camino al fin del conflicto, a la independencia de Namibia y, como
reconoció Mandela, al fin del Apartheid en Suráfrica.
Más
adelante regrese a Lubango, el punto desde donde habían salido las
tropas en su movimiento al sur, donde fui parte del Grupo Operativo
que allí estaba destacado, y trabajé más directamente con los
compañeros de las FAPLA que tenían en esa ciudad del sur de Angola
su Estado Mayor para las tropas en esa región. Fue una experiencia
muy enriquecedora trabajar con ellos día a día y ser parte del
espíritu de camaradería que nos imbuía a todos, del espíritu de
lucha que los caracterizaba.
Fui
parte del regreso honroso de nuestras tropas victoriosas y recibir el
reconocimiento de nuestro pueblo al llegar al vecindario es una de
las cosas más emocionantes que he vivido.
Fue
muy instructivo ver a un pueblo que había sido víctima del
colonialismo luchar por preservar su independencia y contribuir
nosotros en ese esfuerzo, a la vez que ellos hacían el mayor
esfuerzo por salir adelante. A la vez, pude constatar los efectos de
siglos de colonialismo, el atraso y el subdesarrollo al que habían
condenado a Angola hasta ese momento y los efectos de más de diez
años de guerra impuesta desde el exterior. Aprendí más de esa
experiencia que de todos los libros que pudiera haber leído hasta
entonces sobre el capitalismo y los efectos del dominio colonial
sobre nuestros pueblos.
Fue
bonito y aleccionador ver a los angolanos resistir y esforzarse por
salir adelante a la vez que brindaban su territorio a la SWAPO de
Namibia que luchaba por la independencia de su país.
Respuesta
sobre el tema a una entrevista anterior:
Angola fue otro hito importante en mi vida.
De los cubanos y angolanos que me rodeaban aprendí
mucho. Constatar el espíritu de camaradería y solidaridad en
condiciones difíciles, la sencillez de unos y otros, el esfuerzo
colectivo y en equipo a pesar de las diferencias culturales. La
riqueza que aportaban precisamente esas diferencias, aprender los
unos de los otros.
Yo tenía entonces 24 o 25 años, pero la mayor
parte de los soldados cubanos y muchos de los angolanos eran aún más
jóvenes que yo. En esos dos años vi a muchos cubanos llegar a
Angola con las características físicas y psicológicas de quienes
aun están saliendo de la adolescencia y transformarse en hombres
jóvenes, forjados por la disciplina, la responsabilidad y la
conciencia revolucionaria. Yo no era ajeno a ese proceso de
maduración que también se producía en mi persona.
Yo era un joven graduado de la universidad, joven
de la ciudad, que creía saber mucho. Pero allí aprendí, de
angolanos y cubanos, que además de instrucción que uno pueda tener
hay otras cosas que tienen que ver con la formación del carácter,
con la sensibilidad humana, con el espíritu solidario, que son tan o
más importantes.
Ver con mis propios ojos el resultado del
colonialismo. Las consecuencias para los pueblos, en este el
angolano, me enseño más que todos los libros que pudiera haber
estudiado. Ver el espíritu de lucha de ese pueblo y la voluntad de
superar ese pasado, rechazando la agresión externa y enfrentando a
las fuerzas de la contrarrevolución interna apoyadas desde el
exterior, fue también una lección.
- Aun cuando la prisión ha resultado una dura prueba, ¿cómo nos
explicas el respeto y el reconocimiento que Los Cinco han generado en
las cárceles norteamericanas? ¿Cuáles han sido las principales muestras de solidaridad de los presos en EE.UU?
El
respeto y el reconocimiento que Los Cinco hemos generado en las
cárceles norteamericanas lo atribuyo a una conjunción de factores.
En primero lugar, las otras personas observan a un preso que es un
individuo serio, que no entra en dinámicas tan típicas de la
prisión que son el caldo de cultivo para los conflictos entre
presos. Observan también la serenidad que uno mantiene y la
madurez para aconsejar o dar un criterio a alguien que lo solicita y
la discreción y la reserva cuando entra en conocimiento de alguna
situación, personal de otro preso que la comparte con uno o de otro
tipo. Eso va creando un criterio de respeto entre los presos hacia
uno, aun sin que conozcan la naturaleza del caso nuestro.
Por
otra parte, las personas que hemos retado a las autoridades en un
juicio siempre son, en general, vistas con cierto respeto. Se les
reconoce la actitud cuando no son muchos los que lo hacen.
Ya
cuando hay cierto conocimiento, aunque no sea en detalles, del caso
que nos mantiene en prisión, entonces entran a jugar otros factores
que contribuyen a ese respeto al que te refieres. Ya la gente sabe,
no solo que fuiste a juicio, que como te decía, por si solo genera
cierto respeto, sino que eres un preso que enfrentó todo el odio que
el gobierno de este país suele vertir contra quienes considera sus
enemigos políticos.
Aquí
entra a jugar también, y está en la base de todo, que muchas
personas, aun sin conocer detalles de la historia de las relaciones
entre Cuba y Estados Unidos, y sin tener casi ninguna conciencia
política, por instinto, saben que Cuba se enfrenta y ha resistido,
al poder del gobierno estadounidense. Ven en
nosotros,
pues, un reflejo de esa resistencia, somos parte de ella, nos asocian
a ella, y eso genera respeto.
Todos
esos factores se van juntando. Y entonces adicionas el apoyo que ven
que recibimos tanto del pueblo cubano como de tantos amigos
alrededor del mundo. Y, aunque no conozcan los detalles, notan el
correo que recibimos y que enviamos. Saben que eso significa apoyo.
Como
te decía, son factores que se van juntando. Unidos, conforman una
circunstancia que hace a los otros presos percibirnos como personas
serias y dignas, y mostrar hacia nosotros ese respeto al que te
refieres.
- ¿Cuánto ha influido en su resistencia los mensajes y muestras de
apoyo de los cubanos y amigos alrededor del mundo?
Los
mensajes y muestras de apoyo de los cubanos y de los amigos alrededor
del mundo han tenido una influencia significativa en nuestra
resistencia. No se trata de que sin ellos no se hubiera resistido.
Pero sin dudas, hacen la resistencia más llevadera, más fácil. El
saber que uno tiene la comprensión y el apoyo de todo un pueblo que
lucha y de cientos de miles de amigos alrededor del mundo le da a uno
más confianza en la victoria y aprende uno también de quienes
luchan por nosotros en condiciones tan desventajosas como pueden ser
las que enfrentan nuestros amigos en otros países en los que sacar
adelante los temas de nuestro caso requiere mucho esfuerzo,
iniciativa y perseverancia.
Por
otra parte, el recibir tantos mensajes de solidaridad y apoyo también
tiene una repercusión práctica, concreta. Ya me referí en la
respuesta anterior a un ángulo de esa repercusión, pero también
las autoridades de la prisión, y muchos otros presos, llegan a
conocer quiénes somos y el apoyo que recibimos. Eso influye hasta
cierto punto en el cuidado que aplican ante ciertas circunstancias en
el tratamiento que nos dan, sin que eso implique que recibamos ningún
tratamiento diferenciado. Solo que hay cuidado en cuanto a cómo nos
tratan.
- Fernando, todos sabemos que los héroes cubanos son de carne y
hueso, nos gustaría conocer ¿qué prefieres bailar, comer, leer o hacer
en tus ratos de ocio?
Mira,
prefiero bailar la música cubana, y en general, lo que se conoce
como "Salsa". No soy un gran bailador, pero me divierto. La
comida preferida es la criolla. Un buen congrí con carne de cerdo y
un buen plato de yuca con mojo.
En
cuanto a la lectura, me gusta la historia, los temas de economía
internacional, los temas de ciencia, la información política y la
científica, así como la buena ficción.
En los
ratos de ocio me gusta disfrutar del deporte. Tanto practicarlo como
verlo por la televisión.
- Cada generación tiene un papel que jugar en la Historia de su país. En la época que te correspondió, supiste ser consecuente con esto. ¿Cómo te sientes al respecto? ¿Cuáles son, a tu entender, los retos actuales de la juventud cubana?
Puedo
decirte que me siento satisfecho de cumplir con lo que considero mi
deber y hacerlo con dignidad y con honor.
Estoy
consciente de la razón histórica por la que estoy preso, se trata
de castigar a Cuba y de ahí las serias injusticias cometidas en
nuestro caso. Esa conciencia me proporciona serenidad y
tranquilidad. Sé que estoy preso por una causa honorable y eso me
permite ser un preso optimista y hasta feliz, en el sentido de la
satisfacción del deber cumplido.
No me
siento en capacidad de definir los retos concretos de la juventud
cubana actual. Son muchos años fuera de Cuba y, aunque me mantengo
informado sobre la realidad nacional, no tengo el contacto
sistemático con esta que creo sería necesario para hacer tal
valoración y ofrecer una opinión. En general, me parece que los
jóvenes deben prepararse lo mejor posible en el ámbito de los
conocimientos pero también, y fundamentalmente, en el ámbito de los
valores, para hacer el mayor aporte posible hoy y en el futuro a dar
continuidad a la obra de la Revolución, en un mundo cada vez más
complejo y lleno de retos y peligros. El conocimiento profundo de la
historia de nuestro país y de las tradiciones de lucha de nuestro
pueblo es fundamental en ese sentido, en mi opinión.
- De todo este en prisión, cuál ha sido el (o los) libros que más le
han impactado, los que mejor recuerda?
Hay
dos libros que me han impactado más que ningún otro, aunque hay
muchos que han sido muy interesantes. El primero de ellos lo leí por
primera vez al comenzar a servir mi sentencia y es el libro de Cintio
Vitier "Ese Sol del Mundo Moral". Un libro que todo cubano
debería leer por la interesantísima interpretación de la historia
de Cuba que se hace en el mismo y el exquisito estilo literario que
caracteriza la obra de Cintio, en mi opinión, el ensayista cubano
más profundo de los que he leído.
El
segundo libro al que hago referencia lo he leído casi al terminar de
cumplir mi sentencia porque es de reciente aparición y espero que en
el futuro cercano pueda ser traducido al español porque también
creo que todo cubano debería leerlo. Se titula "Visions
of Freedom. Havana, Washington, Pretoria, and the Struggle for
Southern Africa, 1976-1991". Es un libro de
un académico norteamericano que se llama Piero Gleijeses. Profesor
de la Universidad John Hopkins. El había escrito ya un primer libro
sobre la participación cubana en Angola y ahora, después de 15 años
de investigación y acceso a documentos nunca antes publicados, ha
escrito lo que considero una obra maestra. Siendo un libro académico,
me emociono más que cualquier novela porque recoge el esfuerzo
cubano en Angola hasta la victoria final.
Hay
largas y abundantes citas de documentos desclasificados por Cuba,
incluidas transcripciones de reuniones en las que se tomaron
decisiones trascendentales y decisivas, reuniones de la más alta
dirección del país, del Comandante en Jefe, de altos mandos
políticos y militares, tanto de conversaciones entre ellos como con
sus contrapartes angolanas y soviéticas de entonces.
Y lo
que transpira en el libro y el autor lo captura muy bien en base a
las fuentes documentales no solo cubanas sino también
estadounidenses, surafricanas y de otros países, es la política
exterior de principios de la Revolución cubana, su altruismo, el de
nuestro pueblo, la firmeza en los principios y la delicadeza y el
respeto con que se trataron cada una de las contradicciones que se
presentaron en los anos de misión internacionalista cubana en
Angola, a la vez que se mantenía la independencia de criterios y se
defendía con firmeza las opiniones políticas y militares de Cuba
sobre cómo actuar. Opiniones que a la postre fueron las que
predominaron y solucionaron el conflicto.
Cuando
uno lee el libro se llena de orgullo de ser cubano y de ser
revolucionario, de la dirección de la Revolución, y de haber sido
parte de ese esfuerzo internacionalista.
- Fernando: El heroísmo para muchos solo es cosa de las películas de Hollywood o los libros de historia. ¿Se ve Fernando a sí mismo como un héroe?
Yo no
me veo como un héroe. Yo simplemente hice y he hecho lo que estoy
seguro que millones de cubanos habrían hecho. Yo lo que puedo decir
es que, en todo caso, yo fui privilegiado con la oportunidad de hacer
lo que millones hubieran deseado tener la oportunidad de hacer, y
ante una circunstancia adversa, un momento definitorio, asumí una
posición que creo que está acorde con la historia de nuestro
pueblo, su espíritu de lucha y de resistencia. Y esos valores
inculcados que nos llegan a través de la historia de luchas de
nuestro pueblo son los que llevamos en nuestros corazones la inmensa
mayoría de los cubanos, no solo nosotros cinco. Por eso digo que lo
que nosotros podamos haber hecho lo harían millones de cubanos al
igual que lo hicimos nosotros. Por eso la Revolución está ahí y
continúa adelante.
- ¿Qué te ha aportado la MUSICA y como la has vivido desde allá dentro? ¿Qué evolución destacas y cuales son para vos los logros de la revolución cubana en la música de hoy?
Con
respecto a la música estoy desactualizado, especialmente en cuanto a
la música que se hace hoy en Cuba. Durante la mayor parte de mi
tiempo en prisión no he tenido acceso a música cubana. En el
ultimo año y medio he tenido un acceso a ella parcial y limitado a
la música producida en nuestro país hace quince o veinte años,
nada más reciente que eso. No puedo, por tanto, hacer comentario
alguno sobre la evolución de la música en nuestro país. No me
puedo referir a lo que en tu pregunta defines como "la música
de hoy".
Si te
puedo decir, en referencia a la otra parte de tu pregunta, que
escuchar la música, sobretodo la nuestra, aunque no sea la actual, a
lo cual he tenido acceso como te decía en el ultimo año y medio, es
transportarme mentalmente a Cuba, recordar las amistades, mi
juventud, recordar la ciudad en la que
he
vivido toda mi vida, la cultura cubana, etc. Son momentos en que,
como decimos en la prisión "nos vamos en un viaje".
- ¿Cuál es el principal reto que tiene el movimiento de solidaridad internacional en la causa de los Cinco y en qué acciones debemos enfatizar todo el esfuerzo?
Yo
trato de ser muy cuidadoso al emitir una opinión sobre el movimiento
de solidaridad internacional y mucho más tratándose de identificar
cual es el trabajo que creemos que hay que hacer. En primer lugar,
ese movimiento es un esfuerzo de ellos y no dirigido por nosotros
cinco. Además, son personas que hacen un gran esfuerzo, con pocos
recursos y sobreponiéndose a muchas dificultades. A ellos le debemos
mucho y siento una gratitud inmensa hacia todos los que forman parte
de ese movimiento.
Aclarado
eso, me parece que el reto principal, y no estoy descubriendo nada
nuevo en esto, es conocido por quienes conforman el movimiento de
solidaridad, se puede identificar de la siguiente manera: llegar cada
vez con más insistencia a los círculos en los que se toman las
decisiones políticas, fundamentalmente en Estados Unidos.
Si
revisamos la historia veremos que en las luchas sociales y en casos
de injusticia, las autoridades norteamericanas solo han tomado las
decisiones favorables a esas causas cuando ha sido conveniente
políticamente para ellas, o cuando el costo de mantener la situación
ha sido mayor que el de corregirla. El movimiento de solidaridad
internacional, conformado por personas con experiencia en las luchas
por otros temas de justicia, en tratar de cambiar ciertas condiciones
sociales, conoce muy bien esto. La cuestión es como llegar a que
esas sean las condiciones, a que, por ejemplo, el costo político de
mantener a nuestros hermanos en prisión supere a lo que la
autoridades políticamente consideran el beneficio de no liberarlos.
La movilización de conciencias en esa dirección, el trabajo para
educar a sectores políticos y hacer que se sienta con más fuerza
aun la demanda de liberación de nuestros hermanos, de que se haga
palpable para los centros de toma de decisión el costo político de
no hacerlo, me parece que es el reto principal del movimiento de
solidaridad.
Repito,
es algo que nuestros amigos conocen. No digo nada nuevo. El reto está
en cómo lograrlo cuando no se trata de personas con influencia
política o con recursos económicos para lograr esa influencia
política de la manera que funcionan las cosas en este país. Y sé
muy bien que los amigos están constantemente ideando como mejorar el
trabajo y cómo hacerlo más efectivo. Apoyar el evento de Londres a
inicios de marzo y la jornada "Cinco días por Los Cinco"
en junio, precisamente en la capital estadounidense, serian formas
concretas de contribuir a lograr ese objetivo.
- ¿Qué le diría a los jóvenes, como actores imprescindibles en esta lucha?
Los
jóvenes, con su iniciativa y su energía, con su entusiasmo y su
capacidad de comunicación con otros jóvenes, con su dominio de las
nuevas tecnologías de la comunicación, pueden y deben jugar un rol
fundamental en esta lucha.
Hay
trabajo de base, en las comunidades, educando sobre el caso, o
contactando oficiales electos (en el caso de Estados Unidos) para el
cual se requiere de tiempo, de energías, en las que la juventud
puede hacer una contribución fundamental.
El uso
de Twitter, Facebook, y otros medios digitales de comunicación con
iniciativa, es otro campo en el que la juventud puede aportar mucho.
Tanto la juventud norteamericana, o de otros países, como la cubana
de las formas en que le sea factible y con los recursos a sus
disposición. La capacidad creadora de la juventud, con mensajes y
códigos correspondientes a las formas de comunicación de las nuevas
generaciones puede contribuir mucho a hacer llegar la verdad de
nuestro caso a cientos de miles de jóvenes en todo el mundo que no
conocen del caso, o también para hacer llegar a oficiales electos (
otra vez me refiero a Estados Unidos) el mensaje con la petición de
nuestra liberación o elementos de interés sobre el caso.
Yo les
diría a los jóvenes que se sumen con entusiasmo y con dedicación a
la lucha. Sin ellos, se haría mucho más difícil lograr los
objetivos.
- ¿Qué o que cosas le ayudaron a cumplir su sanción íntegramente sin doblegar sus principios? Si tiene alguna anécdota o "consigna" (hablo de elemento de reafirmación) que le ayudó en este empeño.
El
elemento principal que me ayuda a cumplir la condena sin doblegar
los principios es la conciencia de que defendemos una causa justa.
Esa conciencia confiere serenidad y comprensión de la situación
personal por dura que sea. Permite poner en contexto nuestra
situación y lo que sucede. Sabemos que lo que se castiga, o lo que
se pretende castigar en nosotros es a Cuba por la herejía de tratar
de construir una sociedad justa y hacerlo muy a pesar de la
hostilidad del país más poderoso del planeta que no acaba de
aceptar la idea de que Cuba es un país independiente y soberano. Esa
comprensión nos permite darle poner en perspectiva histórica a la
situación personal por la que pasamos y asumirla con honor y con
dignidad. Permite tener una visión más abarcadora, un cuadro más
general, sobre qué representa nuestro caso en un proceso histórico
más amplio de hostilidad de las autoridades de Estados Unidos hacia
la Revolución cubana. Y sin pretender considerarnos símbolos de
nada, espero que la lección que saquen las autoridades
norteamericanas es que así como no pudieron doblegarnos a nosotros
cinco, no podrán nunca destruir la Revolución.
Los
principios no los hubiéramos doblegado nunca, como se comprobó
durante los años iniciales aún en el más absoluto aislamiento, y
sé que tampoco nuestros hermanos que permanecen en prisión
doblegarán sus principios aún en las más difíciles condiciones.
No obstante, la solidaridad y el apoyo que recibimos tanto del pueblo
cubano como de tantos amigos y amigas alrededor del mundo, hacen más
llevadero el cumplimiento de la condena. A la vez, se convierte en un
compromiso para nosotros. Un compromiso de resistencia y de lucha.
- ¿Qué ha significado para usted su amistad con Oscar López Rivera? En este sentido, mantengo comunicación con Oscar y me ha hablado con afecto de Fernando.
Yo
tuve el privilegio de compartir algo más de cuatro años de mi
encarcelamiento con Oscar. Él es una persona de principios a la cual
respeto y admiro. Fue con su ayuda, por ejemplo, con quien di los
primeros pasos en el dibujo. El lleva muchos años pintando, y me
ayudó mucho cuando decidí introducirme en el dibujo.
Es una
persona de la cual aprendí muchas cosas. Él tiene la experiencia de
las luchas en Estados Unidos en los años 60 y 70. Vivió la
experiencia de Viet Nam, y antes de eso, de la emigración boricua a
Estados Unidos en los años 50 del siglo pasado donde enfrentaron la
pobreza y la discriminación racial. Hay una parte de la historia de
Estados Unidos de la cual no se habla en los libros de texto: la de
las luchas de grupos revolucionarios de afroamericanos, de Chicanos,
de puertorriqueños y hasta de anglosajones. Grupos que enfrentaron
la represión más feroz del sistema. La década del 70 del siglo
pasado fue muy activa para esos grupos. Oscar conoce mucho de las
luchas en esa época y a través de él pude conocer de experiencias,
pude leer libros escritos por participantes en aquellas luchas. Hay,
por ejemplo, presos políticos afroamericanos que llevan más de
cuarenta años en prisión como resultado de aquellas luchas y son
prácticamente desconocidos por sus propias comunidades.
Con él
también conversé mucho sobre Puerto Rico y la realidad de esa Isla
colonia de Estados Unidos en pleno siglo XXI.
El
lleva más de treinta años preso y ha sido verdaderamente
maltratado, sobretodo en sus primeras dos décadas en prisión, por
las autoridades que vertieron sobre él todo el odio que que suelen
verter sobre aquellos a quienes considera sus enemigos políticos.
Así que de la realidad de la prisión también aprendí de él.
Es una
persona bien informada, ideológicamente bien definida, con la cual
pude sostener conversaciones sobre la realidad política del país,
sobre la actualidad, sobre la historia, etc, que de otra manera no
hubiera tenido la oportunidad de tener pues lo que predomina en la
prisión es la apatía sobre esos temas, la desinformación y la
falta de conciencia.
Oscar
es un gran ser humano e hizo más productivo en cuanto a mi
preparación y mi educación, mi paso por la prisión.
A él
le deseo lo mejor, y que la lucha de su pueblo y de los amigos que le
apoyan conduzca a su libertad. Aunque bien sé que él está
dispuesto a hacer el sacrificio que sea necesario y lo asume con
ecuanimidad, con dignidad y con honor. Pero se merece ser libre y
disfrutar de sus hermanas, de su hija y de su nieta, así como de su
pueblo. Un abrazo para él.
- ¿Qué piensa hacer a su llegada a la isla?
Lo
principal a mi regreso, en los primeros momentos y días, será
disfrutar de mi familia y compartir con Rosa Aurora, de los cuales he
estado separado por tantos años. Saludar a los familiares de mis
hermanos, compartir con amigos a quienes no veo hace tanto tiempo y
tratar de llenarme de la isla, de la vida a la que estamos
acostumbrados y que tanto extraño, bañarme en el mar si el clima lo
permite, caminar La Habana. Después habrá tiempo para planificar
otras cosas, esas son las de los momentos más inmediatos a mi
regreso.
En
términos más generales, en cuanto al futuro, unirme a la lucha por
el regreso de mis otros hermanos y tratar de contribuir a esta de la
mejor manera posible.
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Yasmani
Surita Siam,
Suki
Neve.
Ida
Garberi.
Norelys
Morales Aguilera.
Iroel
Sanchez Espinoza.
Jessica
Acevedo Alfonso.
Gabriel
Torres Rodríguez.
Yeilén
Delgado Calvo.
Rouslyn
Navia.
Disamis
Arcia.
István
Ojeda.
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