miércoles, 20 de noviembre de 2013
¿Papi juega conmigo?
Él como todo un padre no se puso a pensar en el cansancio del día laboral, ni en la libras de más, ni en los hijos de... que le habían hecho el día más difícil, ni en la bronca del día anterior con su esposa...
Él no lo pensó mucho cuando su hijo le pidió, así con esa voz que sale del alma, con eso bracitos que mueven montañas, con esos deseos tan niños: ¡¿papi juega conmigo al pon?!
No lo analizó. Soltó su carpeta. Olvidó que andaba con sus mejores zapatos de trabajo, con la camisa que impresionaba a las visitas, y a la secretaria del jefe; olvidó todo, cargó a su hijo, le dio un beso y saltó con él.
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