A veces quisiera olvidar y dejar
tirada en algún lugar la vida que llevo a cuesta para convertirme en
un caballo. Claro, sería en una yegua, el femenino de este animal.
Pero aún así desearía ser un animal y no un ser humano, y de esta forma no
tendría responsabilidades. Y jugaría a toda hora. Solo me
preocuparía por cumplir mis horarios de descanso, de baño y de
comtemplar la naturaleza a mi alrededor.
El viento jugaría conmigo, el pasto no
me daría la usual comezón y no pensaría en dietas ni en comidas
chatarras. El amor no me haría daño, no tendría que trabajar para
tener dinero y no tendría que coger guaguas o camiones para
trasladarme de un lugar a otro.
Me importarían tan pocas cosas que
llegaría un momento en el que no pensaría, no hablaría, no
razonaría.... oh, creo que ya no sería yo. Quiero cambiar mi vida,
pero no a ese precio. Quiero tener menos estrés, pero no a ese
precio. Lo siento, pero he cambiado ya no quiero ser un caballo
(yegua).
Pero quién sabe? A lo mejor tuvieras un dueño y anduvieras el día entero esclavizada delante de un carretón y con un látigo al asecho. Y tuvieras que trabajar igual, no para ti, sino para otro... y sería peor. (Aunque pensándolo bien, serías una yeguita muy linda) Un besote
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