miércoles, 16 de octubre de 2013

Los amigos de Camilo


El título no tiene nada que ver con un programa humorístico más solo responde a la genial idea de Rodo de denominar a este grupo de locos, rebeldes, aventureros, apasionados de la escritura, del campo, de la vida... de Cuba, que hoy se conocen como Blogosfera Cuba.
Todos tenemos en común esa pasión por bloguear o ser un escribidor de blog. Todos queremos decir algo de una manera diferente, atrevida, certera. Todos, o casi todos, somos amigos de Camilo. Pero Camilo no tiene blog, o no uno suyo, pues usa el de su amigo Rodo. Entonces, ¿por qué denominarnos así? O ¿por qué no puede ser un código secreto, de esos que se usan en una familia de verdad, unida?

Y es que eso somos: una familia que se formó hace tiempo en lo alto del Pico Turquino y luego dejó sus huellas por el Nicho, la Ciénaga, La Habana, el Martin... y en Topes de Collantes.
Hemos buscado la inspiración en esos lugares que fueron oxigenantes, alentadores, desestresantes, cautivadores... pero Topes, Topes me supo a más, a orgasmo, a pasión , a amor.
Allí, en el erróneamente llamado altiplano, a mi entender, nos reunimos, otra vez, un grupo de esos locos de la lenternet que a pesar de los pesares escriben de cualquier cosa y sonríen y ponen cara de kake cuando hace falta, y se buscan pleitos, y tiran fotos con cámaras prestadas y escriben y escriben y desean algo mejor.
Allí conocimos del café cubano y del de afuera ese que es más claro, más malo; supimos chismes de esas montañas gracias a un guía con alma de cuentero, de jodedor, de cubano campechano; supe de los macarenkos, de que existe un Kurhotel en el que deseo estar para relajarme como es, de que los amaneceres pueden ser más bellos, de que aún se cree en fantasmas, de que existen los castillos.
Allí conocí que el paraíso existe y está aquí en esta isla porque ahí, oculto entre senderos destructivos de piernas, en medio de lomas, de árboles, de rocas te puedes encontrar cascadas y paisajes que bien valen la pena conocer. Y hasta bañarse en ellas a pesar de lo requetefrías que son sus aguas.
Allí conocí nuevas formas arquitectónicas, supe de historia cubana, conocí costumbres, gente buena, precios socialistas que aún existen, hablé con Daniel, el custodio, y supe que quiere vivir feliz de otra forma y me di cuenta que todos pensamos diferente.
 Allí hice nuevos amigos, le puse rostro a esa familia de la blogosfera que cada día crece más. Allí lloré, reí, pelié, me enfadé, amé...

Allí supe ser feliz porque tengo amigos, porque tengo una nueva familia.






2 comentarios:

  1. Hermoso tu texto, Grey y no es un cumplido. Me voy a robar un trocito pa titular!

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  2. Gracias anónimo, puede tomar un trozo siempre que no triture mi idea, ajjaaj

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