Pintar en azul, rojo... el gris que imponen

Darío es un joven. Es un joven que se cansó de callar. Es alto, inteligente .... y otras cosas más que pudieran definirlo o no porque Darío para muchos adultos serios que le rodean ya es conocido como un poco rebelde sin causa e incluso bocón, respondón y echao pa´ lante.

Hace unos días Darío salió a la calle desnudo y acompañado solamente con un texto que contaba una verdad tan grande que no pudo ocultar por más tiempo, una verdad tan... que le dolía porque era cierta y que se enfrentaba a los conocidos molinos; una verdad que muchos, incluido él, prefirieron ocultar.
Pero él no pudo más, a diferencia de otros. Y es que ya no es ese niño que obedece sin remilgos lo que le dicen, por eso decidió salir con una carta en la que pedía pintar en azul lo que otros mantienen de gris. Pero decidió innovar el estilo del azul, decidió ser diferente a la hora de cómo pintar y al parecer no gustó.
Todo el mundo sabe que hay muchas paredes que se verían mejor de azul o rojo, pero insisten en mantenerlas de gris y a veces solo las oscurecen más. Yo comparto el deseo de Darío de pintarlas de azul, tal vez no lo haga con su mismo tono y diseñe un azul con sabor a valentía o un rojo que imite a la rebeldía. Tal vez, no sé. Pero aplaudo su intención de enunciarlo y la esencia del hecho.
Hoy Darío espera, espera a ver si a alguien, de los que pueden, deciden ver la belleza de su idea y revierten el gris problema que aún mantienen en algunos lugares. Y mientras tanto yo le digo que siga soñando en azul, verde... porque a lo mejor un día pintar y soñar paredes de otro color sea bien visto.