lunes, 13 de mayo de 2013
Mi MA
Ella es única, es especial. Nos damos dolores de cabeza mutuamente, pero como es mi MA nos queremos igual. Aún recuerdo la
primera vez que la vi. No era muy linda. Sudaba, gritaba y su rostro estaba todo arrugado. Yo tampoco mostraba la mejor de mis imágenes.
Según me contaron ese día estaba sucia, lloraba mucho, mi cuerpo estaba arrugado y para colmo llegué desnuda.
Pero aún así recuerdo que me dijo que era linda. Me acarició, me besó y hasta me dio de comer. Y en medio de las lágrimas sonreía
por verme. Me tocaba por todas partes, como quien verifica que nada
falte y me abrazaba.
Luego crecí y esa manía de revisarme para ver si estoy completa no la ha perdido. Y es que mi madre es así, puede estar agotada y sonreírme como el primer día que me vio. Puede superar barreras inimaginables solo para complacerme o evitar mi sufrimiento.
Es química porque ninguna mancha o casa rara que tenga mi ropa
supera la prueba de fuego de su lavado. Es mecánica porque todo lo
que se rompa, en sus manos tiene solución. Es chef porque si la
comida no me gusta ella la reelabora, con los mismos ingredientes, y
me gusta.
Es pintora, cantante, actriz…. es de todo lo que hay en este mundo un poco si a mí me hace falta. Y es que como dice ella yo soy su niña y mejor obra. Pero lo que no le he dicho es que ella es mi mejor MA: madre amiga del mundo.
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