Me he vendado los ojos para saber que
se siente. Para saber si extrañaré los colores, las imágenes, para
ver si puedo vivir así. Ya llevo un día entero y nada me ha pasado.
Ya llevo un día entero con los ojos vendados y todo sigue igual.
Ya llevo dos días con los ojos
vendados. Y cuando casi concluía alguien se me acerca y me recuerda
en un susurro que no vale la pena vendarse los ojos para experimentar
algo cuando siempre has sido ciega.
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