lunes, 21 de enero de 2013

Razones necesarias

Una decidió caer. Luego, otras la siguieron. Se preguntaban el porqué de dejar atrás todo para unirse en aquel lugar tan desagradable, tan seco... tan falta de vida. Una a una las gotas caían y llenaban así un viejo lago de aquel pueblo perdido en las montañas. Ellas, en su egoísmo avalado por la irrevatible importancia del agua, ignoraron a aquella niña que le había pedido a la primera gota de agua que invitara a sus amigas a conocer aquel hueco hoy, lago ayer, que tanto esplendor trajo a su vida una vez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario