lunes, 14 de enero de 2013

Perdida

Desde que inició el año 2013 no había podido intercambiar con este nuevo amigo, mi blog Las 4 y 20, que se me ha vuelto tan necesario. La culpa, no radica en la vagancia congénita que padezco ni en el remolino de trabajo en el que vivo. Las nuevas tecnologías, ellas que deberían agilizar nuestras vidas, para este nuevo año me habían impedido ir a jugar con las palabras y formar muñecos de ideas en estas páginas sueltas.
Por suerte, existen los técnicos, que todo lo pueden, los cuales lograron que vuelva a dar de comer a este pequeño de tan solo dos meses que ya tiene deseos enormes de correr y contar grandes cuentos.
Espero no perderme más ni por tanto tiempo. Espero madurar junto a Las 4 y 20 y develar aquellos misterios que ocurrían cuando terminaban las clases en la primaria, secretos conocidos solo por niños cubanos de pura cepa.

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