Otra vez le tocaba esperar. Otra vez la mujer que buscaba para el papel, ese que siempre hace falta para todo, estaba ocupada, muy ocupada.
Se sentó en el mismo banco de siempre. Por suerte era lunes y llevaba consigo el Granma, el Juventud Rebelde Dominical y el Trabajadores, los periódicos nacionales. Los sacó de la jabita, y los miró como quien busca el comienzo. Necesitaba pasar el rato por lo que debía amenizar la mañana con una lectura ligera. ¿Por dónde empiezo? - pensó.
Desenrolló el bulto, miró el Juventud y comenzó el ritual, total se los leería todos y la mujer aún no terminaría.
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