miércoles, 17 de julio de 2013

Quiero una memoria de miles de gigas que sea barata


En cuanto te vi tuve unos deseos locos de abrazarte, y quedarme ahí un rato. No sé por qué, si antes no teníamos esa confianza como para desearlo ahora con tanta vehemencia. Tal vez es el tiempo que ha pasado de la ultima vez que te vi. No sé, todo puede ser.

Desde que llegué a ese edificio que me transformó durante tres años, sin que pudiera frenarlo porque solo me percaté cuando salí, recibí un golpe de recuerdos que me turbó durante un buen tiempo. Llegué por trabajo al que fue mi pre, el IPVC Máximo Gómez Báez, y mi cabeza lo menos que generaba eran ideas laborales.
Entraba y salía de la hoy acogedora sala de reuniones, lugar impenetrable en mi etapa de estudios, porque no me concentraba, y en eso te veo. ¿No te molestó que te haya tuteado? Estabas igualito, la misma rectitud en el porte, la seriedad en la entonación de cada palabra que pronunciabas, la misma camisa... Y yo tan cariñosa, tan aferrada al pasado y tú tan en el futuro. Yo acordándome de mi profe Pepito, de su cariño desmedido, de su preocupación por cada uno de nosotros, los guajiros de Vertientes que no podían pasar hambre ni quedarse un jueves por la tarde, de mi profesor de Cultura Política que me adentró en ese mundo de filósofos del cual me enamoré y hasta tomé una que otra frase prestada para mi popular vocabulario... pero tú solo asentías, dejabas caer una que otra parte de tu vida, pero nada tan familiar como antes.
¿Supiste quien yo era? Creo que esa será la duda que rondará en mi cabeza hasta que el destino me guíe otra vez a ti. Que pena, con tantas cosas que quería contarte, con tantas cosas que quería recordar para volvernos a reír... Pero que puedo hacer, ni tú salario ni el mío pueden comprar una memoria que tenga muchos, pero muchos giga byte para que no olvides a ningunos de tus ex alumnos, para que cuando ellos, como yo, te encuentren puedan recordar juntos. 
Por favor, a los que saben de tecnologías les pido que fabriquen o vendan una memoria cerebral de ese tipo, pero barata para regalársela a mi profe Pepito.

2 comentarios:

  1. Y lo peor es que muchas veces a otras personas, más jóvenes que tu profe, también les pasa. Saludos dese VILLA CLARA.

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    1. Así mismo es Liz, es una pena que eso suceda y tan amenudo

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