Pulsaciones de cómo anda la capital del teatro

Desde el pasado 3 de octubre Camagüey está inmersa en una suerte de enjambre de sensaciones. Pero todos quieren empaparse. Nadie quiere quedarse fuera.

Y es que ese momento alocado, esa especie de suerte que todos los camagüeyanos esperan con ansias cada dos años y que se conoce como Festival Nacional de Teatro ha llegado; y esta vez comenzó con El millonario y la maleta, en el teatro Tasende, de la mano de los muchachos de Teatro del Viento porque es a La Tula, esa reconocida escritora que cumple 200 años de natalicio, a quien se le dedica esta XV edición.

Pero ya todos imaginaban que habría más, que no alcanzaría el ingenio, el dinero ni el tiempo para ver las más de 25 obras que aguardan en la complicidad de las salas oscuras, las cuales mostrarán, una vez más, lo mejor del arte de las tablas que se hace en Cuba por estos tiempos.

Hormigas parecen los grandes, los jóvenes y los niños. Todos se mueven a la par en busca de la propuesta del día, de lo que no conocen y con deseos de apreciar el suceso en su inmensa mayoría y no dejar nada para después.

Este encuentro trae para todos los gustos: una historia ubicada en un siglo tan lejano como el XIX, El millonario..., que supo actualizar enredos y levantar de su asiento al más elitista del público; un Delirio Habanero, con los de Teatro de la Luna, que sin importar la repetición y que los actores sean nuevos, supo hacer vibrar el escenario; y que decir de Teatro El Público y su Aleja a tus hijos del alcohol, que con un estilo tan suyo convidó al público a brindar y reflexionar sobre lo que se ha hecho o no.

Hay una presteza por vivirlo todo que hasta en las puestas infantiles se aprietan grandes y chicos para disfrutar de El gato con botas del Guiñol de Camagüey, de La muchachita del mar que regala Teatro de Títeres Retablos o el Gris, no tan así, que aprestan a mostrar los tuneros de Teatro Tuyo.

Ya casi se sobrepasa la mitad del tiempo pactado y el público se aglomera en plazas para ver a Teatro Andante y su ¡Ay, Margarita!, o en las salas del Complejo Audiovisual Nuevo Mundo para hablar de críticas teatrales y teorías o en cada una de las entradas de los teatros de la ciudad porque es Camagüey y es octubre.