Aún no lo creo. Rebusco en la lenternet y en todas partes me aparece la ingrata noticia de que has muerto. Aún no lo creo. ¿Cómo es posible que un hombre como tú que supiste escribir con un estilo irreverente, nostálgico y tan desfachatado mueras? No lo creo. Por eso lloro.
Lloro porque desgraciadamente este jueves con apenas 87 años falleció Gabriel García Márquez, el Gabo de muchas generaciones que supo enganchar a millones con cada uno de sus libros. Y todo por culpa de "un cuadro de neumonía delicado", que dolor. Otra vez lloro.
Ahora quien escribirá y explicará como tú que "el amor es eterno mientras dura"; que en una soledad de 100 años se puede estar "locamente enamorados al cabo de tantos años de complicidad
estéril, gozaban con el milagro de quererse tanto en la mesa como en la
cama, y llegaron a ser tan felices, que todavía cuando eran dos ancianos
agotados seguían retozando como conejitos peleándose como perros."
Y brotan de nuevo mis lágrimas. Pero ya lo dijiste una vez "las cosas tienen vida propia, todo es cuestión de despertarle el ánima" por eso no has muerto. Sin embargo yo esperaba más que el coronel quien "no esperaba nada –mintió. Volvió hacia el médico una mirada enteramente infantil-. Yo no tengo quien me escriba".
Y ahora sufro y no veo otro camino, mejor "me alquilo para soñar. En realidad, era su único oficio".
¿Y por qué no soñaste con pájaros? ¿No lo recordaste? "Todos los sueños con pájaros son de buena salud".
Pero aún no lo creo, solo se que "el mar crecerá con mis lágrimas" y que guardaré tu recuerdo, "el mejor recuerdo de ese viaje lunático" que es la vida
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