Hoy comenzó el 34 Festival de Cine Latinoamericano y yo... en casa. En los 23 años de vida que tengo, el bichito del cine solo he podido alimentarlo con copias baratas de contrabando, con la reposición meses y meses depués en la televisión de aquellos filmes que causaron sensación. Hasta ahora NUNCA he podido disfrutar como se debe del Festival
de Cine.
Por suerte, ahora se dedica parte de la programación de un canal educativo para divulgar los mejores momentos, pero que va, no es igual. Yo quiero sufrir en las colas, en la lucha por las entradas, pero también disfrutar del estreno de las películas y los documentales en la sala oscura, de los eventos teóricos, de los actores invitados...del ambiente.
En estos momentos recuerdo y pienso, no con amor u orgullo, cuando mis ancestros decidieron venir a esta tierra con la idea de
una constante búsqueda de la mejor zona del país. Para su pesar se fueron alejando cada vez más del epicentro cultural de la isla. A más de 500 kilómetros de La Habana, la capital de Cuba, me es toda una tarea titánica cumplir mi sueño.
Solo espero que la fatalidad geográfica no marque mi vida por siempre.
Ahora trabajo, soy más independiente.... pero aún no puedo disfrutar del 34 Festival de Cine Latinoamericano como se debe. Ojalá para el año que viene... no tenga que disfrutarlo desde casa, sentada en el sillón de siempre.