¿Escribir o no escribir? Ese ha sido mi dilema por varios meses, varios días, varias horas y hasta segundos. Antes no lo pensaba mucho: me sentaba, dejaba mis manos jugar con las teclas y luego, un rato después, le metía las neuronas a aquel cúmulo de ideas sueltas que salían al final salían así sin muchos cambios porque las manos sabían lo que hacían.
jueves, 21 de mayo de 2015
miércoles, 18 de febrero de 2015
Canción de miércoles (XXVII)
Tengo una leve tendencia a sombrear con gris mi alma, a perderme en los tormentos de la cotidianidad. Se me caen las alas y se me traba el humor. Pero ya sobrevivo a esos momentos y salgo de los tonos pálidos con un abrazo tuyo, con una mirada tuya, de esas que me desnudan y me miman... cambian los tonos si me dices eso que tanto nos gusta si viene con espontaneidad, sin razón aparente y es que nada es más grande.
jueves, 29 de enero de 2015
Voy a fugarme contigo
“Te han escrito canciones y poemas,
perecederos inventos de los
hombres
para sobrevivir a tu perenne fuga.
Yo no voy a esculpirte con
palabras,
ni a salmodiar tus carnes y tus dones
con tal de que no
escapes. Solamente
voy a fundirme en ti, en tu cuerpo, en tu alma
y a
fugarme contigo al sitio inaccesible
adonde te refugias cuando huyes
del amor”
(Jesús David Curbelo)
miércoles, 28 de enero de 2015
Canción de miércoles (XXVI)
Mi madre me puso Gretel no por el clásico cuento infantil de Hansel y su hermana llamada así, sino por unas aventuras radiales que daban por los finales de la década del 80 en Cuba, donde la mala se llamaba Gretel. Un poco raro puede sonar eso de que a tu madre le guste el nombre de la mala de una historia y te lo ponga, pero bueno eso no nos concierne ahora.
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