Todo estaba escrito cual novela de amor
rosa: tú y yo, y nadie a nuestra espalda. Verifiqué la lista:
contexto, hecho; protagonistas, presentes; deseos... pero ayer
éramos solo dos cansados, sucios y apurados por llegar a otra
parte.
Tú arrodillabas tus anhelos y yo
mataba mis pasiones por tí, no podíamos dejarnos llevar por los
entuertos del corazón, por la sombra de nuestros cuerpos
contorneados en la oscuridad. Hay fuerzas superiores. Hay motivos superiores.
Hoy, si todo se da, solo debemos comenzar al revés:
deseos, hecho.
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