sábado, 10 de agosto de 2013

Con Pablo, como en la primavera (fotos Leandro Pérez Pérez)



De una callada manera se adentró Pablo Milanés a la plaza de San Juan de Dios para regalarle al pueblo camagüeyano, en medio de una velada veraniega cargada de lluvia, las canciones de siempre con un derroche de amor que me supo a primavera.
Cerca de una hora, enfrentando a la insistente llovizna, estuvo Pablo, junto a miles, cantando, recordando y compartiendo con un público que se dejó embriagar con temas como Yolanda, para corear junto a él “te amo, eternamente, te amo”, a pesar de la ya anunciada brevedad del mismo.
“Es el mismo Pablo”, gritaban los pensamientos de miles de los presentes que esperaban escuchar algo de su nuevo disco, del cual  él no quiso hablar, más bien prefirió tocar el alma con Los días de gloria, Años, El tiempo pasa, De qué callada manera, Algo más que soñar
Han pasado tres años de su última visita por esta ciudad y, a pesar de tener la misma magia, esta vez, todo me sabía diferente. Llegó con un dejo de nostalgia por las glorias pasadas, tal vez la subcomentada "enfermedad" ne hizo mirarlo con otros ojos y escucharlo con otro corazón porque quería que fuera el mismo.
 Pos suerte para él fue “bellísimo, con una especial significación por el mal tiempo, por la lluvia que el público ha aguantado y nosotros, por supuesto, hemos tenido la voluntad de cantar porque ante este pueblo había que cantar.
“El concierto no fue extenso pero hemos quedado satisfechos y con lluvia y todo ha sido bonito, muy hermoso”.
Magia, amor, pasiones pasadas, remembranzas deseadas... a eso y mucho más me supo el concierto de Pablo Milanés en Camagüey, en un verano lluvioso que no impidió sentir cierta dulzura “como si fuera la primavera”.

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